JUNTOS EN SOLEDAD

Os voy a contar una historia de soledad acompañada,

de dos corazones juntos que casi ni se rozaban.

Manuel a la espera siempre, de que la puerta sonara, buscaba calor con palabras, en otras almas inquietas. Su cuerpo solo buscaba, lo que su mente ocultaba. Derramar las largas noches tras la pantalla indiscreta.

Yago volaba sin rumbo, tras sueños que nunca llegaban; de escenario en escenario, con su cuerpo sudoroso y sus botas bien calzadas, mas sabiendo que a su vuelta su corazón le esperaba.

Así Manuel y Yago por la vida caminaban juntos en soledad, mientras la vida pasaba.

Bajo las gotas de Abril, la tormenta estaba cerca, pues Yago buscando respuestas, halló tras la pantalla, conversaciones secretas de Manuel en soledad llenando sus noches inciertas.

La lluvia comenzó a caer, cubriendo todo a su paso. Era tal la oscuridad que Manuel no puedo encontrar el camino hacia su amado. No se dijeron adiós, no se rozaron los labios, no miraron a sus ojos, no cerraron el pasado.

Manuel culpable ante Yago, Yago impasible ante el llanto, Yago de espaldas no mira, Manuel le sigue mirando, Yago sigue volando, Manuel está ya cansado, Manuel sonríe a la vida, Yago se vuelve a mirarlo.

Quiero verte, dice ahora, tras largos meses de letargo, quiero cerrar las heridas para seguir caminando.

Manuel cierra los ojos, es él, dice sin decir su nombre, es él, dice sin poder nombrarlo.

Quiere mirar a otro lado, quiere seguir caminando, mas no puede quedar en silencio, no puede seguir callado.

Lo que sigue aún no está escrito, seguiremos esperando

A Manuel siempre a la espera y a Yago …caminando.