Sin rumbo, sin norte

¿Quién llama a mi puerta que no conozco su voz?, quién, impaciente en su golpear, no cesa en el intento de no regresar. Incansable con sus manos, con su cuerpo quiere entrar, y su alma ya perdida no sabe donde estará, ¿tendrá que volver por ella, o vivirá en su vacío para nunca despertar?

-Dime, que quieres.

-Solo quiero descansar, levantar una muralla y no volver la vista atrás

-¿Qué traes contigo?

-No traigo ni un solo recuerdo, vacío, pues todo me lo han robado, no tengo casa ni pueblo, ni mi nombre recuerdo ya, las fotos salieron volando, mis amores se evaporaron, no soy nada y nada traigo, solo un cuerpo desolado que precisa descansar.

-De dónde vienes.

-De la atrocidad inhumana, de la muerte, de la sangre de mis hermanos, vengo de donde todo se pudre, pues ya no queda ser humano, donde la vida no vale nada y por nada entregué mis manos para luchar por la causa, ¿qué causa? Te estarás preguntando… la de cuatro desalmados que arrastraron a todo un pueblo a morir en el desahucio.

Mi cuerpo en uno con la puerta, toda mi piel es madera, ya no se si soy yo misma o la puerta que se cierra. En el quicio de mi alma, me hallo sin hacer nada, sollozando sin querer verlo, atrapada en las palabras de quien dice NO a la entrada.

-No voy a quitarte nada, ni a llevarme tras mi marcha, no voy a hacer ningún ruido que tu sueño perturbará, déjame aquí en silencio, oculto tras la maraña, de gentes que no quieren mirarme, personas que no dicen nada, déjame descansar en tu casa, lavar la sangre incrustada, y mañana marcharé y olvidarás para siempre mi cara.

-Cuántos sois…

-Solo, ya lo he dicho, solo, con miles de almas cansadas, qué miles, son millones, incontables en la marcha, y en el camino se han perdido muchas, y otras han sido robadas, las inocentes, las de los niños, que jamás serán encontradas.

-Y si no cabemos todos…

-Tú abre la puerta y ya veremos mañana…

– y si respirar no puedo, y si me engulle la soledad que arrastráis en vuestro duelo…

-No vamos a tocarte, ni siquiera a susurrarte, solo pasaremos de lado para no tener que molestarte…

-Tengo miedo… la ignorancia de mi ser se hace grande.

-El miedo es siempre mi compañero, abre.

-Y si llamas a otra puerta.

-Ya no tengo mas resuello.

-y si duermes al otro lado.

-Moriré en el intento…

-soy cobarde, mas prefiero morir contigo, que vivir con la carga de haberos abandonado…

-ya estoy dentro…

-¿Y ahora que?

-No lo se, no lo recuerdo, ahora solo dormir, que mañana será ya tarde…

 

PULSA LA VOZ DE LOS NIÑOS

 

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