En ti me quedo

Contigo, no a tu lado, unidos, no revueltos, encerrados pero libres, amantes sin carne de por medio, anudados sin enredos que nos líen, juntos sin estar atados.

Que será que estás pensando que me miras con recelo, que pasa por tu cabeza cuando mis manos rodean el cuerpo que estoy usurpando.

No quieras tenerme siempre de la mano, pegada a tu pecho, dispuesta a entregarte el alma sin saber que ven tus ojos, a tu merced perdida, rendida a tus deseos sin saberlos. No me pidas que bailemos si tu canción no escucho, no prometas desenfreno si no me dices donde está el pedal, no cantaré si no se la letra, que los noes en mi historia se suceden sin descanso, solo pido darle la vuelta, que positiva se vuelva, que los síes sean el motor que impulse lo que ha de venir si me dices si.

Sin retorno. No busques alternativa. No hay cara B en nuestra vida. O lo coges o lo dejas. Yo pongo las reglas de la partida, no tirarás el dado, no girará la ruleta, romperemos la baraja y me quedaré con los ases, solo yo apuesto, yo decido y tu serás mi joker.

Calla, que tu voz suena como el canto de sirenas y me aparta del objetivo marcado. Vacías de contenido tus palabras llegan a mis oídos, si no se de donde parte el sonido. Tus manos me recorren y no se cual es su camino. Tus ojos me miran de cerca y yo los siento apartados.

Sencillo, fácil cristalino, una verdad como un templo, ya sea griego o romano, que yo no quiero que estés, lo que te pido es en ti estar y quedarme allí a tu lado.

Cuando tus ojos miren mis labios, ya sean dulces o salados, quiero estar en tu mente, y saber que estas pensando. Si tus manos pasean por mi vientre, necesito saber antes que lleguen, hacia donde se dirigen. Cuando tu boca diga sí, adivinar si es un no, que me lleve a desengaño.

Que sientes cuando hueles, que sueñas cuando duermes, que te eriza la piel. Cuando tu corazón se acelere, yo seré tus pulsaciones, cuando tus lágrimas caigan seré yo quien te consuele. Si otro perfume te embriaga es preciso que me entere

En tu cabeza vivir, tu cuerpo será mi casa, tu vida será la mía, en plenitud compartida.

No habrá voces, no lamentos ni reproches, ni un hazlo por mí esta noche, no sabrás que estoy en ti, callada, en silencio mientras duermes, boca sellada mientras sientes. Ni siquiera un hormigueo por tener otra alma dentro. Mi cuerpo gritará los te quiero, que mi alma callará para no importunar tus deseos.

He llegado hasta aquí y ya no tengo regreso. No puedes elegir, ya jugaste cuando a mí te acercaste y ya no tienes nada con lo que apostar. Te tengo en mis manos. No decides, porque un quizás, hará que me diluya entre tus dedos.

En ti me quedo, pues mi vida no tiene sentido, viviendo sola en mi cuerpo.