Dudamientos de un instante para un pensar eterno

No siento la lengua en mi boca. La punta no roza los dientes. El cielo del paladar es un plano de nube reseca. No puedo despegar los labios. Las muelas están selladas y la mandíbula completamente encajada.

Sé que respiro, pues pienso y mientras pienso me evado y si me evado no siento.

Un metro setenta soy y bloqueado me encuentro. Recubierto de la cabeza a los pies, asfixiado . Sin salida hacia los lados. La madera a mi piel pegada y solo puedo cerrar los ojos y esperar el goteo sofocante de la resina que por mis poros se va filtrando.

Pienso que existo, luego pienso que estoy vivo.

Que si existo estoy pensando, que si pienso es porque estoy vivo.

¿Y si muero?

¿Dejaré de pensar?

Dudo siempre si van unidos ser y discurrir a un mismo tiempo o si al faltar uno el otro desaparece.

Estoy intentando pensar que no pienso, para concentrarme en el aquí y el ahora, y sin pensar, me quedo en blanco pensando, que sin pensar no soy nada.

Pensar en pensamiento insano no resuelve mi pesar. Tengo que seguir pensando.

Voy a hacerme una paja. Dónde coño tengo las manos.

Concéntrate, joder, que las manos no viven solas, penden de brazos que cuelgan de hombros que los sujetan. Los hombros se funden con el pecho dejando a el corazón en el medio protegido de toda invasión.

Nada encaja en esta puta contienda, mas sintiendo que el corazón me va a reventar en cualquier momento, debo tener las jodidas manos sobre el pecho.

Me va a estallar la polla y ni las piernas siento para aliviar la desazón que me corroe por dentro. Y este calor.

Hoy nada está en su sitio, todo está desordenado. Quiero que aparezca la jodida lengua en mi polla, para hacerme una mamada a mí mismo.

Joder, qué placer, nunca pensé que fueran escuchadas mis plegarias.

Qué calor.

Odio los silencios provocados por los rezos.

Seguid a vuestro puto rollo.

No os calléis coño, seguid llorando mientras me la chupo.

Estoy a punto de salir ardiendo. Pienso que será mi último orgasmo.

La resina y el calor son enemigos. ¿Será cómo fundir existencia y pensamiento?

Vuelvo al punto de partida.

Duele pensar lo que escucho, lo que sé que está pasando.

Temo decir adiós por no saber hasta cuándo.

Seguid pensando por mí, cuándo tras unos segundos solo sea humo. O quizás siga dándole al tarro. Quién sabe del pensamiento más allá de lo meramente humano.