Una tiza para cuarenta lineas vencidas

Hace tres mil momentos que saltaste mis barreras sin el salvoconducto sellado.

En un instante decides de qué lado estás. Un segundo y todo se va al traste.

Las raíces influyen, el lugar de dónde vienes, lo que lees, a quién quieres. Sobrevivir o proteger lo que amas.

La tierra se dividió y tú elegiste el bando contrario.

Mi cuenta atrás ha comenzado.

Sola, con el vientre entre mis manos, me quedan unos pocos momentos a descontar.

Te esperé en la semana cuarenta suplicando que abrieras la celda.

En la treinta te sentí tan cerca que tuve que vomitarte hasta que no quedó nada dentro.

Con la veinte llegó la esperanza, que es lo último que te arrebata el vencedor porque es lo único que le queda al vencido.

En la semana diez sentí en mi garganta dos vueltas de tuerca de la llave que me tenía presa. Cuando llegase a cero mi vida estaría extinta. Las noticias iban llegando y mi sentencia era cadena perpetua.

Mis manos no pueden retener por más tiempo las aguas.

El suelo no toca mi espalda, que arqueada por el dolor se levanta enfurecida obligando a las caderas a abrirse, para que renazca mi vida.

Teníamos todos los momentos por delante. Tú elegiste luchar por otros y no te volviste a mirarme.

Agrietada por lo que viene, apretando los dientes, me digo a gritos que decidiste después de follarme.

Ensangrentada, ya siento su cabeza luchando contra mi cuerpo. Mis manos pueden rozarla y no me queda tiempo, pues segundo a segundo te has quedado con todos los instantes que soñamos.

Mis primeros besos a escondidas, cabrón, hijo de puta.

Las sonrisas.

Las miradas cómplices.

Con el alma desencajada, me dejo llevar por mi cuerpo, que empuja desde la pelvis desgarrándome las entrañas.

Mi confianza, Joder.

Mi palabra.

Te entregué a mi padre y a mi madre.

No quiero saber lo que queda. No quiero tocarlo. Presiento que ya casi está fuera. Que se detenga, que pare. Si continúa, todo habrá terminado. No hay tiempo. Me lo has quitado.

Cuando ya no tenía más que dar, te regalé mi inocencia y te limpiaste el culo con ella.

Acurrucada en un rincón acompaso su corazón con el mío tratando que nadie la vea.

La noche del chivatazo se llegaron hasta mi casa y mi arresto fue inmediato.

Devuélveme mis tres mil momentos y quédate lo que te di antes de que me delatases.

Tres vueltas da la llave y la sangre se me hiela.

Nunca se quedan. Desaparecen como si no hubieran nacido. Todas escuchamos los partos. El silencio inunda la cárcel en el día que lo sigue. En el callar la esperanza de que el siguiente se quede.

Unos pies en mi celda se acercan a mí despacio y se quedan a la espera.

Me incorporo y le entrego a la niña.

Se marcha.

Luchando se ganan las guerras. Lo que no saben muchos es que en algunas, no hay nunca vencedores.

En el cero me detengo respirando en la nada y tú sobrevive en el todo, si puedes, y si no que te jodan, pues tienes toda la vida por delante para cargar con la culpa y sufrirlo.

65 comentarios en “Una tiza para cuarenta lineas vencidas

      1. Estas historias mías son realidades inventadas.
        Pura ficción que muchos han vivido de una forma o de otra.
        No podemos vivir siempre en la amargura pero un clip de vez en cuando no viene mal.
        Mientras tanto te envío al mensajero con un tupper para el arroz negro…

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      2. Nadie dijo que fuera fácil… pero así es la vida… un acto de superación diario… y de dejar atrás todo lo que nos hace daño…
        Pero el arroz si se pasa ya no está bueno… y si se me va cortar el alioli… vaya impresión te voy a dar con el primer plato mío que pruebas…

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      3. jajaja… madre mía desisto antes de gastar 12 huevos… jajaja soy más de mandarlo a tomar… pues yo o es del momento… o prefiero otra cosa… es más siempre peco de dejarlo un pelín durito… para que mientras se sirve y tal no se me pase… aunque hay quien dice que se me esta pasando… jajajjaj

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      1. Un viaje desde Sergio Dalma a los Inhumanos. Siempre queda un último baile. cuando ponían las lentas en la discoteca de mi pueblo, nunca desesperábamos, y seguíamos tratando de sacar a las chicas a bailar, aunque insistieran febrilmente en su negativa.

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  1. Estoy sin respiración. Margui, ese parto me dolió… Bueno, no sé si me dolió más el engaño del kabrón o que le quitaran la niña. Algunas mujeres tienen que pasar pruebas demasiado severas en la vida. Genial cómo lo escribes y describes. Besos, maja de mi alma. Mira, te quiero ver cuando vaya a España en septiembre.

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  2. …la ambigüedad de los tonos en el relato no dista de tu respuesta afirmando imaginación con la que asevera, traición en carne propia o te lo contó un amigo; crudo escrito como lo es el relacionarse, en busca de fusión, es al ñudo de intentar; las libertades de los individuos son pilares de derechos y obligaciones, pisoteados por los cabrones de ambos géneros, siempre por malas interpretaciones…

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  3. Mi niña te respondo por aquí porque al leer tu comentario e ir a dar a me gusta se me fue a tomar por culo jooooooooooooo bueno que sí, si se te pegan las sábanas se hacen eternas las noches en junio y yo imploro sus días, sus noches así que poco a poco iré desconectando cuando no se pero me hace falta. BESOS MI CHICA GUAPAAAAAAAAAAAA.

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      1. Clase particular de otra inútil jjjj.
        En ordenador: columna de la izquierda, arriba. Pone » Mi sitio» pinchas y bajas hasta el final.
        Verás wp admin. Pinchas.
        Verás entre otras cosas comentarios. Pinchas.
        Arriba puedes ver los pendientes, aprobados, spam, papelera…, vas seleccionando y viendo.

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      2. Mas inútil que yo ninguna en mi lado de la izquierda aparece mis sitios, entradas del blog, pág. Medios, Temas, …. y lo último es configuración aún así me metí allí y no aparece tampoco ainssssss. SOY DIFERENTE JAJAJA. Besazos no lo encuentro.

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