Llámame puta sin hacerme culpable

Hoy no llevo bragas. Me las pongo cuando quiero y me las quito cuando me da la gana. No hay que traducirlo para que lo entiendas. Es un derecho universal, el que yo haga con mi cuerpo lo que me pida por las mañanas.

Quizás coja el metro y cuando descruce las piernas me mires. Puedes hacerlo. No hay ley que prohíba observar lo que ansias y como librepensadores que somos, puedes imaginar que me tienes en el sitio que deseas.

A lo mejor te acercas e intentas ocupar mi espacio sin yo haber aceptado, sin estar los dos de acuerdo.

Es posible que con solo mirarte te atraviese el orgullo y desistas en ese momento.

Seguro que coges el móvil y me llamas puta en tu grupo de amigos y decidís que voy pidiendo a gritos que me folle uno tras otro, sin yo tener que dar permiso.

Sin quemarme las manos, puede que al día siguiente, me esperes en la misma estación, esta vez acompañado. Esperaréis junto a mí pacientes, a que yo vuelva a levantarme y casi de cierto que seguís mis pasos.

No tendréis huevos a decirme nada cuando estemos rodeados de gente. Yo podré sentiros cerca sin saber que está ocurriendo.

De fijo que solo querréis meterme miedo, recuperar la hombría del que salió con las orejas gachas cuando iba solo.

Es posible que en el fulgor del momento os crezcáis y de llamarme zorra y guarra, paséis a cortarme el paso.

Si llegamos a ese instante, la marcha atrás será casi un imposible. Tened claro que voy a resistirme, que voy a luchar con todas mis fuerzas. Os llevaré en mi retina guardados y cuando llegue el momento, podré con mi dedo señalaros.

No será fácil teneros de nuevo en frente, pero ese día, volveré a ir desnuda por dentro, ni siquiera un tanga que cubra la suciedad que dejasteis en mí.

Me estremece pensar que haya más culpables de los que se sentarán en el banquillo. Que alguna mano va a señalarme cuando suba a declarar. Seré juzgada en la sala y en las calles sin derecho a defenderme, sin abogado que me asista. Esto puedo afirmarlo y no voy a equivocarme. Pasaré de víctima a acusada.

¿El mundo se quedará callado porque podría ser cierto? ¿Una palabra contra la otra? —¿Quién sabe lo que iba pidiendo?— llegará a oírse por alguna esquina.

            Sociedad corrompida con la justicia de su lado, y si esta me juzga por haber denunciado, no cumpliré condena por querer ser libre y decir no cuando me salga de los ovarios.