Resistir en el abandono, arremetiendo con fuerza

Me resistí, intenté convencer al resto para que no abandonaran el cuerpo que les albergaba. Era duro luchar contra corriente, lo sé, pero qué nos quedaría si nos rendíamos. ¿Deambular en busca de alguien que quisiera acogernos? No es fácil que otros quieran quedarse con lo que se ha desechado.

Busqué a ciegas los lugares clave en los que siempre me respondía. En soledad recorrí sus rincones, pulsé sus teclas para hacerle reaccionar. Repetí las tácticas que tantas veces me habían hecho triunfar, haciendo que la pasión se desbocara y el amor le llevara al desenfreno. Ni un músculo se le movió, ni un gesto que me alentara a continuar con la incitación.

Llegué a cruzarme con algún recuerdo que, sin fuerzas, andaba perdido intentando encontrar un refugio donde quedarse. Seguí su estela para ver si entre los dos conseguíamos atraer más adeptos, pero el miedo a quedarse en el olvido, hizo que ni siquiera me mirara, no escuchara mis súplicas. Me dio esquinazo al distraerme en la oscuridad en la que se estaba sumiendo.

Oí el eco de los sentimientos que corrían despavoridos, al notar que el corazón latía más despacio. Escuché al dolor susurrar con el placer, que conocían un sitio seguro donde quedarse.

El hambre y la sed me llamaron a voz en grito para que fuera con ellos y yo, agotado por verme vencido, me rendí y seguí sus pasos.

A toda prisa, iniciamos el camino con la desolación siguiéndonos de cerca, comiéndonos terreno, para llegar antes que nosotros y cerrarnos la puerta.

Huimos del miedo a velocidad vertiginosa, y cuando estábamos a punto de desfallecer, alcanzamos el lugar que esperábamos.

Ellos entraron sin pensárselo dos veces. Yo me quedé dudando si esto era la solución, cuando la esperanza se puso a mi lado, me dio la mano , y sonriendo me dijo que solo nos quedaba esperar a que la tormenta pasase.

A la derecha dejamos el cerebelo, que sin inmutarse por nuestra presencia, permitió que pasáramos de largo. Decidimos rodear la pituitaria por temor a recibir alguna descarga y nos enviase de nuevo a alguna parte del cuerpo. Un silencio atronador nos hizo pensar que nos habíamos perdido, cuando al doblar la última esquina nos dimos de bruces con el hipocampo. Habíamos llegado.

No cabía ni un alma en aquel recóndito espacio. Nos abrimos paso a codazos empujando a las ilusiones y pasando por encima de la felicidad, que tirada en el suelo, comenzaba a pixelarse desdibujándose en blanco y negro.

La desdicha y la desolación se habían hecho fuertes en el hipotálamo y avanzaban posiciones para no morir en el intento.

Decidí quedarme a un lado para pasar desapercibido y que nadie viera mis intenciones.

Cuando todos se durmieron, comencé a acariciar las paredes que me rodeaban, intentando hacerle reaccionar. Recorrí los tejidos inhertes, buscando la conexión que le devolviera a la vida.

De repente, un hilo de luz me sacó de la penumbra, y poco a poco, fue inundándolo todo cegándome por completo. Él había abierto los ojos.

Las paredes comenzaron a temblar, haciendo que sensaciones, sentidos y sentimientos se pusieran en guardia. La inteligencia golpeó al temor y nos puso a todos a trabajar. Pasó lista para comprobar que nadie faltara.

Una explosión hizo impacto en mi pecho, todos quedaron paralizados y sus miradas se clavaron en mí. Los labios de nuestro dueño se estaban moviendo y requerían de mi presencia.

La ternura se agarró fuerte a mi cintura y la delicadeza nos impulsó hasta el borde de su lengua. Avanzó lenta sobrepasando los dientes. Esperó paciente para recibir respuesta y cuando otra boca se le acercó tímidamente, descargué toda mi fuerza.

Sin mí no hay cuerpo que resista la existencia en este mundo de mierda. Conmigo encabezando la contienda, la vida se agarra al presente, persiguiendo al futuro de cerca. Porque el deseo, amigos míos, el deseo es el motor de todo ser de carne y hueso.

60 comentarios en “Resistir en el abandono, arremetiendo con fuerza

  1. Me ha recordado un poco a la película de dibujos Inside out (Del revés), en la que los personajes son las distintas emociones que una niña alberga dentro (felicidad, tristeza, ira…).
    En el caso de tu relato, es el deseo el que restablece lo que ya parecía perdido (aunque necesita la ayuda de otros…). Muy original relato, Margui. Un abrazo.

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  2. Hasta hoy no tenía clara cual era verdaderamente la función del deseo, pero visto lo leído hay que tener cuidado, lo mismo te forma una guerra, que te hace un hijo. Cuidado con lo que deseas, puede ser que alguna vez se cumpla ¿Dónde he leído yo esto? Da igual. Me ha encantado el relato, pero no deseo volverlo a leer. 😉

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  3. Qué chulada, margui. El deseo es la sal de la vida aunque no estoy muy segura de que cuando desaparece el resto no tenga sentido. Conozco algunas historias de la España profunda en las que la sed de venganza hace levantarse hasta el muerto del hoyo (aunque pensándolo bien, tal vez no sea más que deseo amortajado, así que ¡vale, tienes razón!). Besitos, guapa.

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    1. Has llegado a la misma conclusión que yo. Relacionamos el deseo con el amor o el sexo y es mucho más. Deseamos a la mujer del vecino, un trabajo mejor, el coche deportivo. Deseamos que no
      Usaros hijos sean felices, que gane nuestro equipo preferido. Que las vacaciones lleguen pronto y que nunca se terminen… al final todo es puro deseo.
      Besazos guaper, buena Semana Santa 😍😍😍

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  4. Buen y sensible relato Margui. La jerga de pedagogos y psicólogos, traduce como «motivación intrínseca» el concepto de deseo: Es decir, el disfrute, el motivo esencial para crecer, aprender, vivir, que impulsa y produce aprendizaje, «del bueno» del que se construye a través de la propia experiencia (experimentando, equivocándose, buscando, amando,…)
    Así pues, a vivir Margui

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  5. Y será la única forma de resurgir siempre en un mundo de mierda. Yo deseo que nos encontremos… ¿será mucho pedir? En fin, que no me rindo, así como en tus relatos, todo es «arremetiendo con fuerza» 😉
    Aplausos, Margui querida. (Me encantaría ser neurona, o mosca, para rondar por tu cerebro cuando escribes… jeje).

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  6. Eso de que el deseo mueve el mundo lo apuntaba Aristóteles hace «algún» tiempo. Y tienes razón que mezclamos deseo con aspectos de índole amorosa o sexual, pero deseamos muchas cosas como metas a menudo inalcanzables. Y eso forma parte de nuestra motivación. ¿Tu texto? una pasada como siempre, lo explicas con unos giros geniales. Pero eso no es nuevo. Ya sabes que me gusta mucho como te expresas. Un abrazo y buen finde o si se tercia, buena semana santa.

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    1. Inalcanzable,¿y qué ocurre cuando llegamos a la meta? Volvemos a empezar. Nos marcamos nuevos objetivos. Es inagotable nuestra capacidad de desear. Si no metemos en temas pasionales, ya ni te cuento, jajaha, incluso estando locamente enamorado, tenemos siempre la luz encendida y el interruptor preparado.
      Besazos Carlos 💋😍😍😍💋

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    1. Sr. Pink, viajar es un placer en todas sus formas, no hace falta coger un avión. El deseo de que vuelvas a casa se cumple de vez en cuando. Cómo abandonar, cómo dejar a la deriva los deseos de todos los amigos que he encontrado.
      Un placer de comentario, como siempre. 💋💋💋💋💋

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  7. Siempre estamos deseando y eso tiene su parte buena, nos anima a seguir y a ilusionarnos. Aunque según el budismo para alcanzar la felicidad hay que dejar de desear. Pero claro, no somos budistas. Y además no desear es otro deseo.
    Qué lío!, jajajaja.
    Original forma de plantearlo, Margui.
    Besos!

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  8. Esta carcasa temporal que portamos los humanos, es necesaria para el tránsito por este mundo real o virtual, mientras permanezcamos en el. Dicho esto, habrá que entender la necesidad que tenemos de tenerlo entrenado y a punto, para poder utilizarlo en nuestros aprendizajes; los cuales y bajo mi personal punto de visita, solo los podremos asimilar y dominar si previamente conocemos a los mayordomos de nuestra carcasa, que no son otros que los atributos recibidos genética y socialmente, no son otros que uno mismo.

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    1. He pasado de un extremo a otro infinidad de veces en esto de cuidar nuestro cuerpo. Dudo tanto de si rl cuidarte hasta el extremo te garantiza más años de vida o simplemte un bienestar durante los que tengas marcados. El sacrificio me hace preguntarme si merece la pena… bueno ya, que empiezo a divagar 😊😊😊
      Gracias por pasar por aquí y un saludo 😘😘

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      1. Amiga bloguera, Marga: Con respecto a cuidar el cuerpo, solo lo necesario para que funcione correctamente; lo apolineo no tiene interés para mí, ir limpio y aseado si, pero ni colonias ni ungüento para que tu rostro evite las arrugas que dan los años y los surcos que marca la experiencia. Durante algún tiempo ñractique karate y cuando llego la hora de exigir mas a mi cuerpo, rozando las lesiones, al objeto de subir mi nivel, lo dejé de inmediato, no así su filosofía.
        Lo de cuidarlo me refería únicamente para que pueda seguir utilizando mi mente, mientras llega el momento de pasar s la otra orilla.

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      1. Hay muchas más pequeñas, Cabrera, Conejera, la isla del aire con un faro super chulo. Está todo especulado, pero Ibiza se lleva la palma, por un apartamento de una habitación 900€. El alquiler turístico ha hecho mucho daño.
        Si quieres venir a Menorca estás invitada, tienes casa con piscina y el mar a 1 minuto. En serio 😎😄😇, como no te voy a invitar si eres mi tercera seguidora de mi blog jajajaja

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