Hace tanto que vivimos juntas que ya ni recuerdo las veces que me ha atacado sin piedad.
Nuestro tiempo se va consumiendo con el paso de los años. No soporto su presencia. Su simple olor me revuelve las tripas, mas solo de pensar en no tenerla conmigo, me hace pensar que una parte de mi se irá con ella. Ni contigo ni sin ti dice el refrán. Relación de amor odio que tantas sufrimos.
Me ronda durante días para pillarme con la guardia cambiada. Se acerca sigilosa intentando no hacer ruido. Yo, que conozco sus movimientos, la espero a menudo escondida y la sorprendo con toda mi artillería pesada, para amortiguar el dolor.